Érase una vez una niña llamada Camila…

He perdido la cuenta de los años que llevo por escribir mi propio blog.

Como dicen mis amigas cada vez que nos ponemos al día: ‘tu vida parece de telenovela’. Debo confesar, que algo de razón llevan. Me han animado incluso a escribir sobre algunas de mis historias, y digo yo, ¿por qué no hacerlo real?

Desde que tengo uso de razón, escribir ha sido para mi una pasión, una fuente de inspiración, una vía de escape…

Camila era de esas niñas que volvían del colegio feliz cuando tocaba preparar una redacción, y que no se iba a dormir sin contarle algo nuevo a su diario.

Una niña curiosa que a los seis años comenzó a escribir y a dibujar sus propias historias, con un talento natural por expresar cada emoción que experimentaba, así fue creciendo ella, pasando por los altibajos de su adolescencia y juventud, y siempre conservó la misma esencia, inquieta, soñadora y amante de las cartas hechas con el corazón en la mano.

Quienes la conocen, saben de lo que estoy hablando.

Esa niña que hoy ya es una mujer adulta, está aquí dispuesta a expresar de una forma leve y sincera, lo que ha significado hasta ahora su paso por este mundo.

‘Sin lluvia no habría flores’ es un blog dedicado a todas aquellas personas que han tenido que enfrentarse a las adversidades de la vida, y que al igual que yo, han tenido experiencias agridulces que nos han hecho ser quienes somos hoy.

Aquí encontrarás historias de todo un poco, sobre mi vida y mis anécdotas, un camino de autoconocimiento, y reflexiones varias, desde una perspectiva real, pero optimista, con un toque de humor que me caracteriza.

Estoy aquí para inspirarte y compartir mis experiencias y lo aprendido a raíz de todo lo que he vivido hasta ahora, y para recordarte que sin lluvia las flores del jardín no florecen, que para crecer bonitas y grandes necesitamos pasar por tempestades.

Espero que te entusiasme tanto como a mí formar parte de esta comunidad de bellas flores…

 

Te espero en mi próximo post.

Con amor,

Camila